Disturbios en Cozumel dejan saldo de mujer lesionada
Los disturbios en Cozumel del sábado 30 de agosto marcaron un hecho inédito en la isla. La protesta por la presunta agresión a una menor dentro de instalaciones militares derivó en enfrentamientos, vandalismo y disparos.
Decenas de ciudadanos se reunieron frente a la guarnición militar y la tienda Sedena para exigir justicia. Entre gritos, piedras y bombas molotov, la violencia escaló.
Militar dispara para dispersar
Los militares formaron un cerco, pero el enfrentamiento escaló. En medio de la confusión, dispararon al aire para disuadir a la multitud. El estruendo de las balas cambió todo: una mujer cayó herida por un disparo y fue auxiliada por otros manifestantes.
El caos se extendió hasta la tienda Sedena, que fue vandalizada. La policía llegó tarde y el presidente municipal, José Luis Chacón, no apareció en el lugar. Solo desde un centro de salud convocó a los medios cuando los disturbios ya se habían disipado.
Justicia y protesta pacífica
La comunidad exige justicia para la menor y castigo al presunto agresor. Sin embargo, también se reconoce que los actos violentos —pedradas, incendios y molotovs— solo agravaron la situación y desembocaron en una tragedia.
La violencia genera más violencia. Protestar es un derecho, pero la vía pacífica es la única forma de evitar hechos dolorosos como los ocurridos en Cozumel. Los disturbios en Cozumel muestran una realidad: un pueblo furioso es también reflejo de un gobierno que no escucha. La confianza no se construye con promesas vacías, sino con acciones firmes. La población exige justicia, transparencia y un cambio real.
Imágenes tomadas de la Transmisión de Esquema Cozumel, quienes estuvieron en el lugar documentando todo lo sucedido en el momento.
